La Sierra de Aralar (Guipúzcoa y Navarra)
- JM Liceaga
- 27 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Un entorno espectacular, una meseta en los montes vascos, donde se la reparten entre las provincias de Guipúzcoa y Navarra junto con las leyendas y su historia.

La sierra de Aralar es una extensa meseta que comparten Guipúzcoa y Navarra, y que constituye el Parque Natural de Aralar.
Se trata de un gran macizo kárstico situado en el noroeste navarro que alterna un paisaje caótico de lapiaces, valles ciegos, cuevas y simas con otro más sereno de prados verdes y hayedos de colores.
Es un lugar apetecible y atractivo para senderistas y montañeros y a los que se les suma en invierno esquiadores de fondo.
Además en la sierra de Aralar se han encontrado numerosos Dólmenes, túmulos, cromlechs y menhires. 17 en Guipúzcoa y 44 en Navarra.
Actividad humana
Entre mayo y noviembre, la ganadería, especialmente las ovejas latxa que proporcionan la leche para el queso Idiazabal, el ganado lechero y una manada de caballos salvajes, pastan en los pastos del parque.2 Aunque la sierra están generalmente deshabitada, algunas personas de Aralar siguen una vida nómada, cuidando a sus animales. En los meses de verano, las ovejas pastan en los terrenos más altos. Se han construido cabañas pastoriles en estas áreas para pastores. Los animales hibernan cerca de los pueblos.
Leyendas e Historias
La gentes de Aralar, sobre todo los pastores han conservado hasta hoy numerosas leyendas sobre brujas, lamias, gentiles y espíritus zoomorfos.
San Miguel de Aralar
Teodosio de Goñi fue un valeroso guerrero que regresaba a su casa después de luchar durante la invasión de los musulmanes.
Por el camino topó con el diablo disfrazado, el cual le dijo que su mujer le estaba engañando con otro hombre. Montado en cólera, Teodosio entro en su casa y asesinó con su letal espada a dos personas que se encontraban en la cama. Más tarde, en la plaza del pueblo se encontró con su mujer, y entonces se dio cuenta de que había matado a sus propios padres.
Como penitencia tuvo que llevar atadas al cuello y la cintura unas cadenas, y portar una cruz a la espalda hasta que las cadenas se rompieran.
Cierto día un dragón despertó de su largo sueño y se le apareció a Teodosio, quien imploró al arcángel San Miguel. El ángel mató al dragón y liberó a nuestro protagonista.
Después de esto Teodosio volvió con su mujer y su hijo y construyó un santuario dedicado a San Miguel.
Piedras con mitología
Otra leyenda trata sobre unos pelotaris que jugaban a pelota en Murumendi. Se les acercó un gentil y utilizó como pelota la enorme roca que usaban como piedra de saque. La lanzó por los aires con tanta velocidad que se partió en dos pedazos, uno de ellos cayó sobre la cima de Gaztelu y el otro en la pradera de Alotza. El segundo de los pedruscos se refiere al monolito de Saltarri.
La diosa Mari
De todos los genios de la mitología vasca, el más conocido es sin duda la diosa Mari. Se han contado muchas leyendas en torno a esta divinidad, moradora de tantas montañas de la geografía vasca. Vive en cuevas y se desplaza por el aire. Es responsable de tormentas y vendavales, de lluvias y sequías; y puede adoptar la forma de diversos animales y fenómenos atmosféricos.


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